martes, 2 de noviembre de 2010

EL CULTO A LOS MUERTOS UNA PASIÓN ARRAIGADA EN TUCUMÁN


Por CARLOS QUIROGA

Hoy en el día de los fieles difuntos, el escritor y periodista Arturo Álvarez Sosa revela datos inéditos del mito de “Bazán Frías”; “La Brasilera”; “El Finao Enriquito” y “Los Gardelitos”, entre otros. Y explica porqué la gente se volcó masivamente a estos mitos, que durante el gobierno de facto de Antonio Domingo Bussi fueron censurados. A pesar del paso de los años, la tradición sigue vigente.



Desde los orígenes mismos de la Argentina ,la necrofilia fue casi un signo de identidad, una pasión en voz baja que aparecía constantemente en nuestra historia. Hoy en el día de los fieles difuntos reedito una viej entrevista con el escritor y periodista Arturo Álvarez Sosa , que durante años se dedicó a investigar y a tratar de entender el culto a los muertos en nuestra provincia, en donde las historias de milagrosos se repiten periódicamente y donde las figuras de Bazán Frías, “Los Gardelitos”; “La Brasilera” y el “Finao Enriquito”, entre otros alcanzaron la figura de mitos.
- ¿Arturo cuando surge su interés por el culto por los muertos?-
- Yo me empecé a interesar por el culto por los muertos desde muy pequeño cuando mi madre falleció. Fue entonces cuando tome la costumbre de ir muy seguido al cementerio del Norte en donde está enterrada ella y ahí en medio del impacto del dolor, fui viendo como chicos de mi edad o más chicos de pronto desenterraban , limpiaban y jugaban con los esqueletos y fue entonces que me di cuenta que la muerte es parte de la vida y que hay que aceptarla como es. Fue entonces cuando conocí el cementerio y descubrí los mitos de Bazán Frías. Pedrito Hallao y “La Brasilera”, que luego formaron parte de mis crónicas periodísticas en el diario “La Gaceta.”y que trascendieron con el tiempo a tal punto que el canal Infinito lo entrevistó para hacer un documental.
- ¿Por qué los tucumanos se vuelcan al culto por los muertos?-
- Cuando alguien se enferma en una casa recurrimos a los médicos, después a los curanderos y cuando ya vemos que no hay cura recurrimos a los muertos, para que nos hagan el milagro. Pero en el fondo de toso está también el arraigo que estos mitos tienen entre la gente más humilde y más pobres.

BAZÁN FRÍAS


- Entre los cultos a los muertos el que más sobresale es el de Bazán Frías. ¿Quien fue este personaje?-
- Bazán Frías vivía en los siete lotes, en Villa Alem. Datos nuevos hablan que realmente es una figura que estaba destinada a tener un gran arraigo entre la gente. Para mí fue un revolucionario primitivo. Era un anarquista expropiador y se conectó con esa línea a través de Vladimir Vladimirovich,, que fue uno de los grandes revolucionarios rusos, amigo personal de Lenín. Pasó por Tucumán en 1914 y fue entonces cuando en uno de los bares que Bazán Frías trabajaba como mozo lo conoce y se contagia de ese espíritu. Él era un justiciero en todo sentido.
- ¿Cómo es eso Arturo?
- Bueno, hoy le voy a contar la historia de amor de Bazán Frías que jamás fue contada y que yo la conocí gracias a uno de sus nietos. Bazán conoce a su mujer en un episodio lamentable, cuando Elena tenía 11 años. Había ido a robar al ingenio San José, cuando uno de los peones lo alertó que el capataz estaba violando a una niña indefensa y él ingreso enfurecido a enfrentar a este abusador y a fuerza de latigazos pudo arrebatarla y salvarla de semejante véjame. Luego se la llevó con él y la entregó a unos vecinos para que la cuidarán. Con el tiempo se terminó enamorando y finalmente se casaron.

- ¿A él lo matan precisamente en el cementerio Oeste?
- Efectivamente a él lo matan cuando él iba a saltar un portón que había por la calle Mendoza. Él vivía con su mujer, en una bóveda recién terminada dentro del cementerio. La policía lo perseguía y él se refugiaba ahí. Finalmente uno de los cuidadores del cementerio lo terminó entregando.
- ¿Cuál era el objetivo de máxima de Bazán Frías?-
- Él junto a su amigo “El Pelayo” Alarcón” soñaban con asaltar la cárcel para liberarlo a todos los presos. Y creo que de alguna manera presiente su muerte, porque tiempo antes comienza a repartir entre sus amigos y los más necesitados todo lo que había robado.
- ¿Y por qué se convierte en un mito?
- Porque cuando él muere comienza la transfiguración de Bazán el milagroso. El robar para los pobres le da un gran arraigo popular. Recuerdo que a poco de su muerte, la gente iba en multitud a rendirle culto en el cementerio del Norte y tenía que intervenir la policía. En los años 20 se prohibió el culto de Bazán Frías, a tal punto que un actor que lo llevó al radioteatro terminó censurado. Su mitro trascendió las fronteras de la Argentina y un médico presentó este fenómeno en La Sorbona de París.

LA BRASILERA

- Otro de los cultos importantes a los muertos es el de “La Brasilera”. ¿Cómo se origina este mito?.
- Según cuenta la leyenda, era una brasilera que había venido a vivir en villa 9 de julio y se la rebuscaba como rezadora, que era muy común para esa época. En un día como hoy, ella estaba rezando en el cementerio del Norte y una vela le prendió fuego a su ropa y se terminó incinerando. Por lo que pude averiguar se produjo un fenómeno de combustión, porque según me contaron los que la conocieron le gustaba tomar mucho y eso hizo que inmediatamente se transformará en cenizas. Luego corrió la voz que en ese lugar había surgido una vertiente de agua, que muchos atribuyeron poderes milagrosos.
- ¿Este debe ser el culto a los muertos más viejo que hay?
- Efectivamente y tiene una particularidad, mucha gente lleva a los santos de la iglesia católica que no conceden los milagros allí para castigarlos. A veces encontraba yo a San Roque, a San Antonio, encadenados. Uno de los milagros que más le pedían era que saque el pariente de al cárcel.

EL FINADO ENRIQUITO


- Otro culto famoso en Concepción es el de “Enriquito”. ¿lo curioso de esto es que se da el rito da la autoflagelación?.
- Sí así es. Enriquito murió en el año 25, según me contaron tenía problemas mentales y le gustaba mucho jugar entre los vagones en la estación ferroviaria de Concepción y un día quedó enganchado entre las vías y se murió ahí. Luego su mamá le construyó un monumento y comenzó a correr la voz que hacía Milagros. Recuerdo que cuando fui con el Negro Font a hacer la crónica de ese fenómeno, descubrí que había botellas y vasos donde había metido dinero. Sobre el cajón de Enriquito había un talero que usaba ritualmente para azotar las manos de los borrachos. Mientras lo hacían, repetían “Para que no sea gastador”, “Para que no sea Gastador”. Las mujeres de los promesantes eran las que más fe ponían, ya que si el finado Enriquito los curaba iban a poder administrar el salario del marido.
- Los cultos a los muertos cayeron en desgracia durante el gobernador de Antonio Domingo Bussi como gobernador de Tucumán pero Enriquito se salvo. ¿Por qué?.
- Lo que usted dice es cierto. Durante su gobierno mandó a tirar el eucalipto del cementerio del Oeste donde le rendían culto a Bazán Frías y todo vestigio de culto profano, pero curiosamente el finao Enriquito se salvo, porque sus devotos encontraron la manera de protegerlo. Llenaron la tumba de banderas argentinas y cuando pregunté porque, recibí una respuesta que me dejo azorado: “Lo hemos embanderado para que no los toquen los milicos”.
- Si no daba resultado el rito de flagelación, muchas mujeres iban a Río Seco a pedirle al finao Arrieta.
- Efectivamente. La tumba de Arrieta funcionaba como una especie de bodega. Allí se añeja vino. Según cuenta la leyenda una vez añejado en la tumba tiene propiedades curativas, que al primero que cura es al borracho.