sábado, 1 de enero de 2011

LAS RUTAS DE TUCUMAN,SALTA,JUJUY VIBRAN CON EL DAKAR

El tucumano Rodolfo Bollero de muy buena performance en el 2010, tiene grandes chances de pelear por los primeros puestos. Miguel Reginato concreta un viejo sueño largamente postergado y se ilusiona con poder terminar la competencia.
Por CARLOS QUIROGA
Fotos: CARLOS VILLAGRA


Entre el 3 y 5 de próximo, la serpenteante selva tucumana, los majestuosos picos nevados del Abra del Acay en Salta y las imponentes Salinas Grandes en Jujuy, albergarán en sus rutas a los 430 vehículos que participarán de la tercera edición sudamericana del Rally Dakar, una travesía que despierta la más diversas pasiones y que ganó gran popularidad en el mundo entero, que sigue con asombro a esos aventureros comunes, que sin medir riesgos, se sumergen en peligrosas rutas, con un único objetivo: llegar al final de la carrera.. La caravana incluirá 146 autos, 183 motos, 68 camiones y 33 cuadriciclos, un 18% más de participantes que en el 2010. El aumento del número de pilotos argentinos y de otros países latinoamericanos explica este crecimiento, en una competencia en la que se han inscrito pilotos de 51 nacionalidades. La prueba, que tendrá una duración de 14 días, incluido uno de descanso, recorrerá más de 10.000 kilómetros.

UN POCO DE HISTORIA

La aventura del Dakar comienza en 1977, cuando Thierry Sabine se pierde con su moto en el desierto de Libia, durante el recorrido del rally Abidjan-Niza. Luego de ser salvado del inhóspito desierto, fascinado por los paisajes, decide compartir su travesía con otros pilotos y bajo el lema "Un desafío para aquellos que parten. Un sueño para quienes se quedan”, organiza el primer Paris-Dakar que sale de la plaza del Trocadero en París, el 26 de diciembre de 1978, para realizar un periplo de 10.000 kilómetros por terreno desconocido, para llegar finalmente a la ciudad africana de Dakar.
La prueba que ganó popularidad por los extremos peligros que debían enfrentar los participantes tuvo tragedias memorables que marcaron a fuego y sangre a sus competidores y organizadores. 1986, fue el año negro del Dakar. Su fundador Thierry Sebine se mata junto a otros destacados personajes en un accidente aéreo. Sus cenizas son arrojadas en el desierto y su padre toma las riendas de la organización de la competencia. En el año 1992 ya no es Dakar el punto final sino que es Ciudad del Cabo, en una competencia extrema que cuenta con más de 22 etapas.
En el año 1995 por primera vez la salida no se realiza desde Francia sino que se hace desde la ciudad española de Granada, marcando así un hito en la historia de esta competencia. También en el año 2001 se produce otro hecho histórico, que por primera vez una mujer, Jutta Kleinschmidt, ganaba una etapa del Rally.
El 2008 fue el primer año desde sus comienzos que el Dakar no se corrió. Un atentado terrorista, días antes de su largada, que terminó con cuatro franceses y tres militares mauritano asesinados encendió la luz roja entre sus organizadores , que ante la posibilidad de nuevo atentado decidieron suspenderlo.

PIONERO TUCUMANO

Rodolfo Bollero, fue el primer tucumano que se aventuró a participar del Dakar. Aunque según confiesa entre sus íntimos, esa decisión jamás la habría tomado sin el incondicional apoyo de su esposa Patricia, que lejos de enojarse con el desafío, una calurosa tarde de enero de 2009 cuando volvían de Pinamar a Tucumán se encontraron con la caravana del Dakar que llegaba a Buenos Aires y haciéndose eco de la pasión de su esposo por las motos lo impulso para que se inscribiera.
Hacía tres años que Rodolfo no corría, porque se había fracturado la muñeca derecha. Pero eso no fue motivo para aceptar el desafió que le había lanzado su esposa y con paciencia y perseverancia venció todos los obstáculos que se le presentaron en el camino y fue de la largada en el Dakar 2010. Su esfuerzo no fue en vano, al finalizar la prueba, terminó 31 en la clasificación general, siendo
Hoy Rodolfo Bollero no es un nombre más en el mundo Dakar y muchos de los periodistas especializados ya lo señalan con grandes chances de pelar los primeros puestos en la prueba. El motor de su Yahama WR 450 ruge con fuerza y promete no defraudar las expectativas que miles de tucumanos han puesto sobre él. Aunque ratifica que su único objetivo es terminar la carrera: “Tendré que cuidarme mucho en los tramos de Chile. Allí te pedrés y quedas en medio del desierto expuesto a temperaturas extremas”.

SUEÑO CONCRETADO

Los 56 años y su basta experiencia como piloto no son impedimentos para que Miguel Reginato a horas de la prueba sienta el pánico propio de los principiantes, porque según confiesa está a punto de concretar un viejo sueño largamente postergado: “En el año ‘83 estuve a punto de correr esta competencia. Pero hubiera sido una irresponsabilidad debido a que no estaba preparado. En cambio ahora me siento a pleno parea afrontar esta competencia”. Aunque de hecho no estará solo, porque en su Toyota Hilux, lo acompañarán como navegantes sus dos hijos Miguel y Andrés que comparten con él la pasión tuerca.
Los tres saben que para poder tener chances, no sólo hace falta ser un buen volante, sino que además necesitan estar lo suficientemente entrenados para poder dar batalla a las inclemencias climáticas y a las exigencias físicas que requiere participar en una competencia de semejante envergadura: “La idea es que, en carrera, no quebrantemos nuestro espíritu por el cansancio". Así que a diario se entregan a largas horas en el gimnasio donde no faltan las pesas, la cinta , la bici y el sauna: “Solo utilizaremos el aire acondicionado cuando estemos en carrera, porque por más calor que haga durante los tramos de enlace, encenderlo sería perder entre 8 y 10 de caballos de fuerza”
Con la obsesión propia de un adolescente con su primera novia, Miguel Reginato se abraza con fuerza a la Toyota Hilux , a la que bautizo con el nombre de su nieta Angie y acelera a fondo para cumplir el sueño de toda la vida, largar el Dakar desde la rampa del obelisco.