lunes, 28 de noviembre de 2011

LAS CONFESIONES DE BUSSI


Hoy a pocos días de su muerte, publico un reportaje inédito, donde por primera vez, el exonerado militar se atrevió a hablar de los desaparecidos, de las torturas y de los verdaderos motivos que lo llevaron a ocultar su millonaria cuenta en suiza.
Por CARLOS QUIROGA
Ilustración: CÉSAR CARRIZO
El ocaso político le había llegado de golpe. Los votos que lo habían consagrado diputado nacional en 1999, ya no le servían para sostener ese mascaron de ser la fuerza moral de los tucumanos. La omisión de su cuenta millonaria en Suiza, lo mostraba igual de corrupto que cualquier otro político. Poco y nada quedaba de ese general patriota, que él se creía, su figura se comenzaba a desdibujar, pero él no mostraba ningún viso de arrepentimiento por los crímenes de lesa humanidad por los cuales se lo acusaba. Más bien estaba orgulloso de su logro militar: haber aniquilado a la subversión. En ese contexto me recibió para concederme el último reportaje y por primera vez en años aceptó contestar sobre aquellos temas de los cuales prefería no hablar.

LA CUENTA SUIZA


-¿Qué siente como político, ahora que la cámara de diputados le negó el ingreso por sus violaciones a los derechos humanos?
- Esa decisión fue arbitraria y caprichosamente se utiliza el caso Luque para denegar mi ingreso, pero Luque era un miembro de la cámara, que supuestamente cometió actos posteriores a su incorporación. En mi caso se está hablando de supuestos actos anteriores a la elección, con la particularidad de esos actos supuestos, se cometen en el mismo lugar en donde yo vengo siendo ungido para los más altos cargos en elecciones nacionales y provinciales, por el pueblo que me vio en vivo y en directo actuar por más de 35 años tanto en mi vida privada, como vida pública. Así que se pueden equivocar hasta los jueces, pero el juez supremo y soberano, que es el pueblo, no se puede equivocar y ese es precisamente el que me vota.

- Sin embargo general, el argumento de peso que más valoró la cámara a la hora de evaluar su ingreso al congreso, es que siendo precisamente diputado nacional usted le mintió a ese cuerpo, cuando presentó su declaración jurada y omitió informarle sobre su cuenta en Suiza. ¿Cómo se explica que un nacionalista como usted lleve el dinero fuera de su país?
- Más allá de los sentimientos, que conforme a lo que usted dice más que nacionalistas son argentinistas, uno deposita en donde más le conviene desde el punto de vista del reedito de sus intereses. Y cuando lo hice en el año 84, había un gobierno que amenazaba con meternos presos a todos y embargar nuestros bienes. Entonces lo único que hice fue buscar el mejor resguardo para lo que fuera el producto de toda una vida de ahorros.

LA TORTURA, UNA EXCEPCION A LA REGLA


- A lo largo de estos años surgieron numerosos testimonios que hacen referencia a que aquí en Tucumán durante su comandancia, la tortura era aplicada con frecuencia para sacar información a los detenidos. ¿Era así?
- Aquí en Tucumán, yo establezco una diferencia, sin incursionar en el resto del país, era un teatro de guerra. Aquí se combatía contra un enemigo ideológico, mimetizado, que operaba por sorpresa, así que Tucumán era una excepción con respecto al resto del país.
-Disculpe a qué se refiere cuando hace referencia a que Tucumán era una excepción a la regla?
- El cambio está en las metodologías y las técnicas usadas por el agresor. Nosotros no podíamos de la noche a la mañana cambiar la instrucción del ejército y sus técnicas de combate. El cambio se produjo por la metodología que ensayaba la subversión. Esto de mimetizarse, esto de utilizar documentación falsa, alterar los rasgos fisonómicos de sus combatientes para evitar la identificación, atacar sorpresivamente y esconderse en el monte no son prácticas que del ejército argentino haya contemplado a la hora de librar una guerra. Los cambios a las reglas de juego, lo dispuso el enemigo agresor.
- Eso significaba torturar, secuestrar...
Estamos hablando mucho del pasado y yo sobre el pasado no quiero hablar.
- Justamente su pasado es hoy el que no le permite ingresar a la cámara de diputados-
- A mí se me ataca porque soy un adversario político, potencialmente difícil de derrotar en las urnas.

LOS DESPARECIDOS


- Bajo su comandancia se denunciaron numerosas desapariciones. ¿Cómo se explica eso, si usted como dice era un hombre apegado a las reglas?
- En Tucumán empleamos aviación, artillería y morteros 120. Usted bombardea una zona del monte, en donde supone que hay guerrilleros, y los restos de estos desaparecen y esos son los desaparecidos que hoy me reclaman.
- En Chile por ejemplo Pinochet entregó los cuerpos de los cuerpos de los muertos en combate, en cambio acá, hasta el día de hoy los familiares se quejan de no tener una tumba a donde llevarle una flor.
- Tucumán es un caso diferente. Y con esto no quiero formular ningún tipo de apreciación. Estos guerrilleros, vivían con los documentos alterados, se borraban las huellas dactiloscópicas, había algunos que se cambiaban las facciones y aquellos que nosotros podíamos recoger los exhibíamos en la morgue, publicando en el parte del combate del día, para los deudos, que vinieran a reconocerlo. Muchos no iban por vergüenza social. Quien va a ir a recoger un muerto en el campo de combate. Entonces lo sepultábamos, sin saber a ciencia cierta si era Julio Pérez, que figuraba en las papeletas que llevaba encima o era otro nombre. Y esos pasaron a ser los desaparecidos que hoy reclaman.
- ¿En el caso de los desaparecidos que según usted no han podido identificar en ese momento, hay documentación que podamos darle a la gente que hoy reclama por ellos?-
- A medida que fue pasando el tiempo, todo eso se fue depurando y decantando.
- ¿A usted seguro que no le quedó nada?-
- No, yo no reserve nada.
- ¿Sin embargo, yo recuerdo que el hermano de Alsogaray dijo que usted tenía una carpeta con fotos en las cuales sus padres identificaron el cuerpo?-
- Miente descaradamente, aprovechando la muerte del padre y la muerte de la madre. Porque el hecho de Alsogaray fue un hecho patente y elocuente de este tipo de lucha. Yo le mostré al general Alsogaray las planillas que se hacían de muerto por muerto y el padre no lo reconoció al hijo. La intuición de la madre sirvió para reconocerlo, porque figuraba con otro apellido.

“MERCEDES SOSA ES MI PREFRIDA”


Después de escuchar tan brutales confesiones, decidí llevar el reportaje a un terreno frívolo para relajarlo y después volver avanzar sobre los crímenes de lesa humanidad que se lo acusaban.
- ¿Iría a un recital de Mercedes Sosa?-
- Por Supuesto que sí, de los folkloristas argentinos por la melodía de su voz es una de mis preferidas.
- Pero ella, no quiso venir a Tucumán, cuando usted fue gobierno-
- Creo que lo hizo por una cuestión de propaganda
- N de autor (Por esos días Julieta Ortega, la hija de Palito posaba desnuda en la tapade una revista) - ¿Usted hubiera dejado que una hija suya posara desnuda para una tapa de revista?-
- No, yo tengo principios éticos y morales que afortunadamente he logrado hacer prender en mi familia.
Justo cuando pretendía volver a hablar sobre los años de plomo que lo tuvieron como protagonista, ingresó su secretario y le avisó que ya habían llegado los principales referentes del partido para la reunión que los había convocado. Bussi me despidió con un fuerte apretón de manos y la promesa de concederme otra entrevista que finalmente nunca se concretó. Pero en esa mañana de abril del 2.000 había conseguido que el militar orgulloso de sus logros, reconociera parte de la brutalidad con la que condujo el operativo Independencia.