martes, 17 de enero de 2012

:EL GURÚ DEL OPTIMISMO


Todas las noches desde la pantalla de Todo Noticias, Sergio Lapegüe nos intenta hacernos ir a dormir con una sonrisa. Por más abrumadora que haya sido la jornada, él contagia buena onda y desde las páginas de su libro Prende el Optimismo, nos revela cuales son las claves para retroceder nunca, rendirse jamás.
Por CARLOS QUIROGA
Fotos: CARLOS VILLAGRA

Con actitud, perseverancia y optimismo, Sergio Lapegüe (47) venció primero al adolescente introvertido, incapaz de expresarse en público para ser el movilero incisivo dispuesto a llevarse el mundo por delante con tal de conseguir una primicia. Luego cuando su figura como periodista ya estaba consolidada, aceptó el desafío de conducir el informativo de Todo de Noticias de 23 a 1, en un horario condenado al ostracismo por el prime time de la televisión abierta, pero fiel a su perseverancia logró que la audiencia lo acompañara hasta convertir el Prende y Apaga en un éxito indiscutido y hoy a través de su libro Prende el Optimismo de editorial Planeta seduce a cientos de lectores que quieren conocer la clave de su éxito.
-Sergio naciste en Banfield, pero viviste muchos años en Tucumán. ¿Qué recuerdos tienes de esa época?
-Mis primeros años de adolescente lo viví en Tucumán, donde el tiempo era nuestro y nos rendía para todo. Allí las costumbres provincianas eran bien distintas del atropello capitalino y del Gran Buenos Aires; allí la inocencia era el común denominador.
- ¿Te costó dejar Tucumán y adaptarte a Buenos Aires?
-Sí, inclusive mis compañeros de secundaria en Buenos Aires me discriminaban por la tonada y los compañeros más grande se aprovechaban de mi inocencia provinciana.
-¿Te molestaba que te discriminaran por tu acento e inocencia tucumana?
- No, para nada y eso los ponía peor, hasta me daba orgullo que me dijeran changuito cañero.
- Luego volviste a Tucumán e hiciste tus primeros armas en radio
-Sí, hacia 1989 regresé a Tucumán. Patricia mi hermana mayor me abrió generosamente las puertas de su casa para que pudiera encontrar mi camino en los medios de mi ttierra adoptiva. Pero nada, recuerdo que los directivos de LV12 Y LV7 me rechazaron. Hasta que alguien se apiado de mí y pude hacer un programa con Sergio Di Lullo que se llamaba Sergicidio en la Rock and Pop, demasiado tal vez para lo que querían escuchar los tucumanos, nunca lo sabré. Duró lo que un suspiro, así que regresé a Buenos Aires.

BUENA ONDA



-Pero a pesar de eso nunca bajaste los brazos y hoy acabas de publicar tu primer libro Prende el Optimismo. ¿Por qué el libro?
-El escribir el libro me permitió alargar el programa de tele y de radio para explayarme más sobre la buena onda, la actitud positiva, generar felicidad en la gente y hablar de los valores morales, que me parece que es lo que está faltando a la Argentina en un mundo donde todo es frívolo, todo es pelea y desde el libro quería generar otro tipo de actitud.
- ¿En síntesis te terminaste convirtiendo en un gurú de la buena onda?
- No, la verdad que yo siempre fui así. No estoy inventando un personaje, que cuando se prende la luz roja actúa de una determinada manera y después soy un desposta que golpeo a mi familia. Jamás le levante las manos a mis hijos, soy un tipo divertido, en mi casa y con mis amigos. Este no es un libro de autoayuda, pero te va ayudar a decir sí él pudo, yo también puedo. Sólo hace falta actitud, perseverancia y si las oportunidades no aparecen las vas a buscar.
-En el libro haces referencia a ese chico tímido, que se cohibía ante los profesores a la hora de dar una lección oral y piropear a una chica. Sin embargo después te convertiste en un movilero increpador y tenaz. ¿Cómo lo lograste?
- Yo tenía 14 años y me planteaba si soy incapaz de hablar ante la gente como voy a ser periodista audiovisual. Recuerdo que cuando mis amigos salían a bailar, yo me quedaba viendo por canal 7 a Osvaldo Terranova, que me encantaba y después me encerraba en el baño a imitarlo frente al espejo. Mi primer desafío fue descubrir que yo era parte de la solución, así que con perseverancia y actitud fui desplazando a la timidez hasta que finalmente la logré vencer. No necesite de psicólogos, ni nada, lo hice solo.

A LA SUERTE HAY QUE BUSCARLA


-¿Pero no vas a negar qué sos un tipo de suerte?
-Yo sí me considero un tipo de suerte, pero a la suerte hay que salirla a buscarla todos los días. Si yo no me hubiese levantado a las cuatro de la mañana a buscar a Bernardo Neustad sin que él me conociese nunca me hubiese dado trabajo.
-¿Por qué elegiste a Palito Ortega para que te prologue el libro?
-Porque Palito es muy parecido a lo que es el libro. Es un tipo que se cayó y se levantó infinidades de veces. Es un tipo que se hizo solo, que de changuito cañero pasó a ser una estrella. Trajo a Frank Sinatra y perdió todo. Palito encierra mucho lo que es la actitud, la perseverancia y que a pesar de las piedras que hubo en su camino siempre se levantó. No hay duda que en ese sentido es un ejemplo a seguir y en eso se parece a mí.
-¿En qué?
-En que cada piedra que tuvo en el camino, que la tenes vos, que la tengo yo, tiene que servir para salir adelante. A veces es mejor tenerlas para saber esquivarlas, para correrlas, para saltarlas, para seguir tu camino.

VOLVER A EMPEZAR


-A propósito de eso, ¿cual fue tu peor caída y como lograste salir adelante?
-La muerte de mi papá, Roberto, ha sido muy fuerte para mí, porque él ha sido mi compañero, mi amigo y mi consejero y la verdad es que todavía no lo puedo superar. Yo tampoco soy infalible.
-¿Y qué dice Silvia, del hombre que no duerme de noche en la casa y que acompaña a que otras mujeres concilien el sueño?
-Mi mujer es mi cable a tierra. La que logra bajarme cuando sueño demasiado y la que me aguanta este ritmo que no es nada fácil. Por suerte ella me supo entender y el amor se mantiene a tal punto que nos volvimos a casar.
-¿Cómo es eso?
-Este año ella preparó un viaje sorpresa a Punta Cana y cuando llegamos allá, justo para el aniversario, me hizo renovar los votos ante un sacerdote frente al mar y mis hijos Micaela (18) y Elvis (14). La verdad fue increíble.
-¿Sergio y que pasó con el músico?
-El músico siempre está, pero la verdad que no tengo tiempo para hacerlo como cuando lo hacíamos profesionalmente cuando integraba Los Valiants, pero siempre que puedo me encanta juntarme con mis amigos a tocar la guitarra o el piano.

SOY FELIZ


--¿ Y sos feliz?
-Síiiiiii. Soy feliz porque hago lo que me gusta, porque tengo a mis amigos de toda la vida y los sigo manteniendo, porque pude disfrutar de mi papá hasta el último momento. Yo soy de los que llegan cantando a su trabajo. Hoy dormí una hora y estoy feliz por el afecto de toda esta gente que se junto acá para la presentación de mi libro.
-Y cuales son las claves para ser feliz?
-Primero hay que tener los pies sobre la tierra. Después la felicidad uno la tiene que buscar dentro de uno mismo y no con las cosas materiales. A veces se confunde y uno dice estoy contento porque compre tal reloj o tal auto, eso es placer para mí, eso no es felicidad. Soy feliz cuando abrazo a mis hijos, a mi mujer, soy feliz cuando llego a mi casa.
-¿Hay una fórmula para ser feliz?
-No, pero uno tiene que tratar de ir hacia la cima de la montaña más alta, tratando de disfrutar cada paso. Yo no voy a ser feliz cuando llegue allá arriba, tengo que ser feliz ante cada paso y ante cada camino.
-Sos un soñador que fue haciendo realidad distintos sueños,¿ cuál es el sueño que te queda por cumplir?
-En lo laboral sueño con conducir un show periodístico informal, donde reine la buena onda. En lo familiar sueño poder disfrutar más a mis hijos y a mi mujer y en lo material tener una casa junto al mar y vivir ahí. Es un sueño muy dificíl de cumplir, porque yo amo trabajar y no podría vivir ahí, pero me gsuta soñar, porque de soñadores se hace el mundo también.