viernes, 21 de agosto de 2015

Diego Elías (39)

“Retroceder nunca, rendirse jamás”
Juagando al rugby para las divisiones juveniles de Universitario quedó cuadripléjico. Pero esa lesión  no fue impedimento para que se recibiera de abogado con el segundo mejor promedio.  En mérito a su perseverancia y dedicación, Alpi lo distinguió este año  con el título honorífico  de “Héroe Nacional” y este fin de semana aspira a ser intendente de Yerba Buena en Tucumán para reivindicar los derechos de los discapacitados. 

Por CARLOS QUIROGA
Fotos: CARLOS VILLAGRA Y JORGE SEGOVIA

Es el vivo  ejemplo de aquella frase: “Caer es volver a empezar”. Con una voluntad inquebrantable venció a la muerte y resurgió de las cenizas como el ave fénix, para demostrarle a la sociedad que no por ser cuadripléjico iba a pasar sus días condenado a una silla de ruedas  en  un geriátrico. Con dedicación y la ayuda incondicional de su padre, Antonio, se sobrepuso a sus limitaciones y en cuatro años y once meses se recibió de abogado y mediador con el segundo mejor promedio de su facultad, para después graduarse de escribano.  Estimulado por sus logros, hoy trabaja en el programa Discapacidad e Inclusión social de la Universidad Nacional de Tucumán, desde donde ayuda a otros estudiantes a sortear las dificultades que puedan tener, porque según sostiene: “Estudiar es un trampolín que le permitirá a los discapacitados ejercer todos sus derechos”. Y ahora aspira a ser intendente por Yerba Buena por el partido Unión y Progreso, que tiene a Sergio Massa como referente nacional para luchar desde la política por los derechos de los discapacitados. 

AMARGA PESADILLA



Su calvario  comenzó el 13 de marzo de 1994 cuando jugando para las divisiones juveniles de Universitario en un partido contra el Jockey Club de Rosario se fractura la cuarta y quinta vértebra: “Fue una jugada totalmente fortuita. Ocurrió después de un tackle francés, cuando un rival mucho más pesado que yo cayó sobre mis espaldas. La lesión fue instantánea. Apenas llegamos al sanatorio le pedí encarecidamente  a mi padre que me informara sobre las consecuencias del accidente. Él con gran dolor y extrema crudeza me reveló que había quedado cuadripléjico”. Pero en lugar de entregarse, decidió enfrentar las 72 horas siguientes con total entereza: “ Los médicos habían diagnosticado que yo estaba a un paso de perder por completo mi capacidad respiratoria y cualquier descuido me podía provocar la muerte. Yo decidí vivir y pase esas 72 horas sin dormir”.
Los años siguientes no fueron sencillos de sobrellevar para Diego, a pesar de los esfuerzos de los médicos que lo atendieron y los avances de la ciencia solo pudo recuperar un poco de movimiento y  sensibilidad en el hombro: “Yo no muevo ni las manos ni las pernas. Dependo para todas las tareas de mi vida diaria de la asistencia de alguien, que en este caso es mi papá”. Pero eso no fue impedimento, para que  siguiera dando batalla y cuando recuperó sus facultades neurológicas no dudó en inscribirse en la Facultad de Derecho de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, donde en cuatro años y ocho meses egresó con el título de abogado y mediador con el segundo mejor promedio, para después graduarse como escribano.
-¿Cómo hacías para estudiar, siendo cuadripléjico?
- Me arme de un atril como eso que tienen los músicos y lo adapte a la cama, para que pueda apoyar los libros. Eso sí, cuando no estaba mi papá, me costaba horrores poder pasar a otra página, pero con esfuerzo lo lograba.

Hoy desde su rol de abogado, brega para que las obras sociales, que muchas veces son rehacías a cubrir los costosos tratamientos a los que se deben someter los discapacitados hagan valer sus derechos y lucha a diario a través de la presentación de amparos, para que no sean discriminados en el los ámbitos laborales y educativos.  Para ello se vale de un  programa de voz, mediante el cual le dicta a la computadora sus escritos. 

EL AMOR POR EL RUGBY SIGUE INTACTO


-¿Cuál fue la clave para sobreponerte?
-Parte del éxito de mi recuperación se lo debo al rugby, porque fue en este deporte donde aprendí que cada vez que te caes te tienes que levantar. En el rugby también aprendí que había que estudiar, ya que mi entrenador me decía que si no aprobaba la materia no juagaba el domingo y además te inculca valores como la  lealtad, solidaridad y amistad, que fueron los sostenes principales en mi recuperación.
-Suena loco lo que me decís, pensaba que después de lo que te había pasado, ibas a odiar el rugby.
-No el rugby me alegra el día y me llena el alma. Para mi es una gran satisfacción  poder venir a la cancha, compartir con los jugadores, aunque a veces cuando veo un choque fuerte en la cancha, es como si lo sintiera yo. Quizás me pase eso, porque más allá de mi discapacidad, jamás dejé de ser un rugbista.
-Tu  ejemplo de perseverancia y tus garras para sobreponerte a la adversidad, hizo que Los Pumas te convocarán para que les diera una charla.

- Sí, fue una experiencia inolvidable poder compartir con los Pumas lo que me había pasado. Durante la charla hice muchas analogías de lo que me había sucedido aplicadas al rugby. 

ALIADO INCONDICIONAL


Pero ninguno de los logros de Diego hubieran  sido posible, sin la ayuda de su papá Antonio, que además de padre oficia también de enfermero y asistente: “Muchos me elogian porque deje todo para dedicarme a mi hijo, pero yo les digo que solo cumplí con mi obligación de padre y que lo hago con mucho gusto, ya que Diego se pudo sobreponer y realizarse  en la vida, aunque tuvimos que relegar muchas cosas desde lo económico.
-          ¿A qué se refiere?
-          En lo económico perdimos todo. Tuve que cerrar la empresa, vender mi casa, departamentos, auto para poder afrontar los gastos de su tratamiento. Me tocó tener que ir a vivir en un conventillo a una pieza de dos por dos, pero con la ayuda de Dios, pudimos salir adelante.
-          ¿Valió la pena tanto sacrificio?
-          Sí, hoy estamos recibiendo la recompensa a nuestro sacrificio .
“Sin el apoyo de mi papá nada de lo que hice hubiese sido posible- sostiene Diego- Si no hubiese sido de su voluntad inquebrantable, yo hubiese terminado recluido en un geriátrico. Es mi brazo ejecutor y nunca se lo voy a dejar de agradecer”. 
-          ¿Alguna vez estuviste tentado de tirar todo?
-          Sí, todos tenemos bajones de ánimo. Pero en mis primeros meses de internación, tuve una experiencia que me quedó grabada a fuego, vi un par de  pacientes que se deprimieron y terminaron falleciendo en tres días y desde entonces  cada vez que me veo flaquear me acuerdo de ellos y me impongo sobreponerme .
-          Hoy decidiste incursionar en la política y en las próximas elecciones vas a ser candidato a intendente por Yerba Buena. ¿Por qué?
-          Decidí incursionar en política, por invitación de un colega que se llama Carlos Fiori, que es parapléjico . Con él observamos que las leyes sobre discapacidad que tenemos en nuestro país son muy buenas, pero el gran problema que tenemos, es que no se las aplica. Y queremos pelear desde la política para que se cumplan , así de una vez por todas , la inclusión de las personas con discapacidad deje de ser una proclama y se transforme en realidad.
-           
-          ¿Qué sueño te queda por cumplir?

-          Poder jugar en la primera de Universitario, es la deuda pendiente, pero ya es  imposible de cumplir.