lunes, 21 de febrero de 2011

EL HAMBRE EN ARGENTINA ES UN CRIMEN


Luego de su paso por la Villa 21, donde fue amenazado de muerte por su lucha contra los vendedores de Paco, el padre Pepe Di Paola se instaló en Campo Gallo, Santiago del Estero, en donde, además de llevar la palabra de Dios, deberá solidarizarse con lo que menos tienen, en una diócesis donde el 65 % son desocupados. “Hoy la opción por los pobres ya no es una cuestión ideológica, sino es la propuesta de Cristo”.
Por CARLOS QUIROGA
Fotos: FERNANDO FONT

EL PECADO DE LA IGLESIA FUE SER MAYORÍA


¿Qué lo motivo a venir acá, padre Pepe?
Yo tuve una vocación misionera desde el seminario y siempre soñé con vivir mis años de sacerdote en el interior del país y, por lo que me decían, hacía falta, no solo en los pueblos, sino también en la campaña donde los parajes no están atendidas pastoralmente. En el 91 el obispo de Orán, Gerardo Sueldo (luego obispo de Santiago, que murió en un trágico accidente) fue uno de los que terminó de impulsar mi vocación misionera. Luego empecé en las Villas y ese espíritu misionero se fue postergando. Y ahora, después de 14 años en la Villa, decidí venirme para acá. En principio me voy a quedar tres años, con opción a tres años más, y después veremos qué dice el Señor; por ahí me quedó definitivamente aquí.
-¿Y cuál va a ser el eje de su misión acá?
-Yo quiero recorrer los parajes y trabajar fundamentalmente con los jóvenes y los niños, al estilo de Don Bosco, para que el día de mañana puedan ser buenos cristianos y también puedan desarrollar esas capacidades que tienen. Mi trabajo no va a variar mucho con lo de la Villa, aunque el contexto y la problemática social acá sean otros. La idea es que el chico que tomó la comunión sepa que la Iglesia es parte de su vida y que nuestra misión no termine allí, así que vamos a organizar el deporte, hacer talleres de música, de danza, quiero que ellos se sientan cómodos, a gusto, y que sepan que la Iglesia es su casa.
-¿Por qué cree que muchos dejan de ir a la Iglesia después de hacer la comunión?
- Creo que en un momento como Iglesia católica cometimos el pecado de ser una mayoría y nos acostumbramos que hoy tenemos 100 chicos para hacer la comunión y que el año que viene también, pero la realidad es que los curas nos tenemos que ocupar más de aquel chico que tomó la comunión, que se bautizó, que se confirmó. Para ello es necesario que armemos las parroquias para que cada uno pueda vivir su experiencia de Iglesia constructiva.
-¿Cómo lo recibió la gente?
-Bien, con muchas ganas, expectativas de querer hacer, organizar. En ese aspecto estoy contento porque la gente está entusiasmada.
¿Qué le pidió la gente al padre Pepe?
-Fundamentalmente que los acompañemos, no solo desde lo pastoral, sino también con un mayor compromiso social.

LA OPCIÓN POR LOS POBRES, ES LA OPCIÓN DE CRISTO


Una de las características de la diócesis de Añatuya es su pobreza endémica. ¿Es más difícil llevar a Cristo a gente con el estómago vacío?
-Lo primero que uno tiene que hacer ante alguien que no tiene nada es ser solidario. Pero la realidad es que la gente pobre es muy abierta al encuentro con Dios. Al menos eso es lo que he podido comprobar en la Villa y seguramente también sucederá aquí. Pero junto a la predicación tiene que haber también un compartir solidario.
-¿Y cómo va a hacer para llevar adelante ese compartir solidario? Las necesidades son muchas y los recursos pocos
-El compartir solidario no solo pasa por lo material, porque de hecho tiene muchas caras. En un lado puede ser un comedor, en otro lado visitar un enfermo, o sostener a alguien que perdió un ser querido. Pero de hecho todas estas aristas significan compromiso.
-Padre, el hambre ¿es un crimen?
-Sí, eso no debería ocurrir ni en Argentina ni en América Latina, porque si todos tuviéramos espíritu solidario, eso no debería ocurrir.
-Padre, ¿qué cambió en la Iglesia para que más curas como usted y desde la misma jerarquía eclesiástica vieran con mejores ojos está opción preferencial por los pobres?
-Los tiempos cambiaron. Antes la opción preferencial por los pobres no estaba comprendida por todos en la dimensión que debía tener, aunque de hecho hubo muchos pastores como el padre Carlos Mujica, monseñor Angelelli y Jaime de Nevares, quienes comenzaron a recorrer ese camino. Hoy creo que todos los sacerdotes, más allá del ámbito que trabajamos debemos ponernos esta meta. Hoy la opción por los pobres ya no es una cuestión ideológica, sino es la propuesta de Cristo.

LOS CURAS NO DEBEN PARTICIPAR EN POLÍTICA


Además de la pobreza endémica, uno de los principales problemas que le va tocar enfrentar es la usurpación de tierras por parte de los grandes productores sojeros. ¿Cuál va ser su postura al respecto?
-Nosotros como curas siempre tenemos que estar del lado de los pobres, y todo lo que afecte la vida de los pobres tiene que ser parte de nuestra tarea.
-¿Y cómo ve que los curas participen en política?
- Yo creo que es bueno que el cura tenga una visión social de su sacerdocio, pero no necesariamente pase a través de una vida política, porque eso puede llegar a confundir a la gente.
-Sin embargo, parte de la jerarquía eclesiástica vio con buenos ojos la candidatura de monseñor Piña en Misiones e, inclusive un antecesor suyo en esta misma parroquia, el padre John Bosco, se alzó con la intendencia de Campo Gallo.
- La candidatura de monseñor Piña no era una cuestión de bandería política, era más bien sentar un camino para que se respete la democracia y en el caso del padre Bosco, por lo que tengo entendido, su obra fue muy importante con un gran compromiso social, y el llegar a intendente fue una expresión de la gente.
- Padre, otro de los desafíos que tendrá que afrontar es la fuerte presencia de evangelista en la zona. ¿Piensa trabajar en conjunto con ellos o va a tratar de recuperar a aquellos que dejaron la fe católica por la evangélica?
- Vamos a acompañar a aquellos que tienen una tradición familiar evangelista, y vamos a tratar de volver a la fe a aquellos católicos que se fueron con los evangelistas, porque no se sintieron quizás acompañados por la Iglesia Católica en algún momento difícil de sus vidas. Yo a ellos los voy a invitar a que vuelvan a participar de la vida de la Iglesia.
-Padre, ¿cuánto influyó la amenaza de muerte en la Villa 21 para que tomará la decisión de venir acá?
-No influyó; se dio paralelamente. Yo hace tiempo que ya tenía la intención de venir a misionar en el interior.

CÓMO AYUDAR A COMATIR LA POBREZA

Campo Gallo, el nuevo destino del padre Pepe, está dentro de la jurisdicción de Añatuya, una de las diócesis más pobres del país. Según revela un informe del obispado: “el cuadro de situación general está marcado por una pobreza, que podemos calificar de endémica y que, muchas veces, resulta dramática. La falta de industrias en la zona hace que la desocupación trepe al 65 % y del 35 % de las personas que tiene empleo se distribuye en 10 % maestros, 5% empleados públicos, 5% albañiles y 15 % cosechadores golondrinas. Debido a los malos caminos, la gente de estos lugares debe pagar los alimentos más caros, no tiene atención médica a su debido tiempo y es explotada en la venta de sus productos. Para ayudar el padre Pepe, que estos días está abocado a organizar la Caritas parroquial, pueden enviar útiles escolares, alimentos no perecederos, pelotas de fútbol, básquet, vóley y carpas para campamentos a la parroquia Nuestra Señora del Carmen, Campo Gallo, Código Postal (3747 ) Santiago del Estero o a la parroquia El Buen Pastor , de Caballito, donde también se reciben donaciones (Aranguren 693, teléfono 011-4904-0590), y quien quiera sumarse a esas ayudas puede escribir a amigospadrepepe@gmail.com .