martes, 23 de agosto de 2011

PACHAMAMA CON LOS TEKIS


Fieles al ritual incaico, Los Tekis le rindieron culto en Purmamarca, donde le agradecieron por el disco de oro de Mixtura y se encomendaron a ella por el éxito de la gira que iniciaran en Colombia. Con su particular ritmo no sólo conquistaron a los viejos amantes del folklore, sino también a los jóvenes, que ya lo llaman los Beatles del Folklore.
Por CARLOS QUIROGA
Fotos. CARLOS VILLAGRA

Hace 16 años cuando para Los Tekis cantar en Cosquín era un sueño por cumplir y triunfar en los escenarios mayores del folklore una utopía, Isabel Guari, el lutier de sus instrumentos de vientos, junto a Pichón Córdoba los invitaron a participar del ritual de la Pachamama en la comunidad de Hornaditas (ubicada a 15 de kilómetros de Humahuaca) y fue a partir de ahí que con la ayuda de la Madre Tierra sus carreras y sus vidas experimentaron un cambio casi mágico, a tal punto que su música ya trascendió las fronteras internacionales y en los próximos días se aprestan a realizar una gira por Colombia donde su ritmo carnavalero hace furor. Por eso este mes de agosto, fieles a la devoción de esa tradición se reunieron en el majestuoso paisaje de Purmamarca, donde los cerros pintarrajeados de colores sirvieron de marco natural para repetir el ritual: agradecer los logros obtenidos y pedir por la salud de sus familias y por aquellos que ya no están: “La Pacha es nuestra guía y protectora, por lo tanto hoy no le podíamos fallar”, afirma Juanjo Pestoni, percusionista del grupo.

CORPACHADA


La ceremonia empieza a las 12 con el son de erke, (una especie de toque de queda para los habitantes de la puna jujeña), luego Pichón Córdoba convoca a los integrantes de los Tekis: Mauro Coletti; Walter Sader; Sebastián López, José Luis Pucho Ponce; Oscar Valdez y Juanjo Pestoni para dar comienzo con la Corpachada. Cubiertos por un puyo de llama que simbolizan la unión del grupo, elevan con auténtica devoción sus oraciones y le encomiendan sus desvelos. La leyenda dice que cada mes de agosto, de hace incontables años, el caos y la muerte amenazan a la Pachamama. Después de 12 horas de lucha, al mediodía la tierra está a punto de ser vencida: el fuego amenaza quemarla y acabar con su fecundidad; el agua la acecha para inundarla y terminar con su consistencia: el aire quiere dispensarla y destruir su estabilidad. Pero Los Tekis han concurrido para salvarla y convencidos que lo lograran, alimentan la corpachada (el pozo que hace de altar ceremonial) con maíz, quinua, hojas de coca, cigarrillos y distintas bebidas alcohólicas para que recupere sus fuerzas. Y parece que lo han logrado, porque como por arte de magia, el silencio sepulcral del lugar toma ritmo de carnaval, al son de sus voces, guitarras, bombos y quenas. Mientras Walter Sader sahúmela con coa la guitarra y Mauro Coletti challa (riega) con vino sus quenas y sikus, para alejar la envidia y las malas ondas.

LOS COMIENZOS


Eran apenas unos adolescentes cuando el bichito de la música unió a Oscar Pipo Valdez (guitarra); Mauro Coletti (aerófonos andinos), Sebastián López (charango) y Juanjo Pestoni (percusión) en la mítica peluquería jujeña de los hermanos Chañi, un lugar emblemático, donde el ruido de las navajas se combina con las quenas, bombos y guitarras de sus propietarios Amaranto, Juan, Luis y Cristóbal Chañi, que entre corte y afeitadas enseñan a los chicos sus primeras notas. “Sonábamos bien, así que los hermanos Chañi no fueron invitando para que participáramos en distintos festivales y así sin querer queriendo, como si se tratara de un juego nacieron Los Tekis”, rememora Mauro Coletti.
-¿Por qué Los Tekis?
- Porque Tekis se le dice a los chiquitos que llevan las madres collas en sus espaladas y por ese entonces precisamente nosotros éramos unas guaguas.
El debut artístico de Los Tekis fue en 1991 en la Serenata a Cafayate y en 1995 el escenario de Cosquín los catapultó a la fama, a la par que su tema Cómo has hecho, hacía furor en los boliches argentinos como primer remix del folklore. Fue entonces cuando se sumaron las dos patas cordobesas del grupo: Pucho Ponce y Walter Sader, que según bromean hoy solo tienen de cordobeses el nacimiento, porque musicalmente son jujeños.

LOS BEATLES DEL FOLKLORE


Aunque su música siempre estuvo asociada al folklore, Los Tekis se animaron a fusionar el carnavalito con otras corrientes y estilos como el candombe y el rock. “Eso tiene mucho que ver con nuestra adolescencia rockera, así que a la hora de componer no podemos negar esa influencia y eso se nota especialmente en el disco “Somos”, donde el pelado Gustavo Cordera y Cóndor Sbarbatti de la Bersuit ponen sus voces en el tema Viejo Carnaval”, admite Sebastián López. Quizás por eso muchos jóvenes lo apoden Los Beatles del folklore.
“Pero a la hora de armar un disco siempre tenemos puentes a otros estilos de música. No sólo grabamos rock, sino también cuarteto con la Mona Jiménez y tangos, porque nosotros disfrutamos haciendo música, respetando lo que uno hace y al sentimiento que uno toca. Los géneros son sólo un nombre”.

LOS DIABLOS DEL CARNAVAL


Muchos en Jujuy están convencidos que Los Tekis son el mismo diablo, de lo contrario su música no desataría las pasiones desenfrenadas que genera, donde las inhibiciones quedan a un lado, dando origen a una energía arrolladora capaz de soportar varios días de desvelos con tal de bailar y cantar. Creencia que toma cuerpo para el carnaval, cuando se disfrazan de diablos e integran la comparsa Pocos pero locos: “Muchos de nuestros temas sirvieron para que se formaran parejas. En la pate divertida del tema el chango la manoteo a la chica y comenzaron a bailar y luego se fueron a cometer sus diabluras, de donde nacieron varios hijos”, cuenta Juanjo Pestoni, que no hace nada para desmitificar las versiones que circulan sobre ellos, más bien la ratifica: “El diablo mete la cola, enamora y hay que hacerse cargo”.
-¿Y si ustedes son el diablo, deben ser tan chiniteros como él?
-Nosotros somos gente muy seria, ya hemos tenido nuestra etapa de diablo, ahora solo nos divertimos con el diablo.
-¿Tienen un pacto con el diablo para mantenerse unidos?
-No, la base está en que somos una gran familia. Te diría más estamos al borde de lo pesado, porque venimos un lunes de dos meses de gira juntos y el miércoles ya nos juntamos de vuelta para comer un asado. Somos inseparables. Y precisamente esa mancomunión que nosotros tenemos se traslada al escenario. Para nosotros hacer música no es un laburo, sino un privilegio que nos dio la vida de poder vivir y hacer lo que nos gusta al mismo tiempo”, coinciden los seis integrantes a la vez. .