El cambio del cuaderno por las portátiles costó más en los grandes que en las niñas, que de inmediato se adaptaron a las nuevas tecnologías. Para mí como docente fue un gran desafío y un cambio muy profundo, porque tuve que capacitarme intensamente para poder estar a la altura de las chicas, que desde que comenzaron a utilizar las computadoras no han dejado de indagar un segundo- sostiene exhausta la señorita Delia, pero a la vez reconoce – que gracias a la computadoras las chicas han expandido su imaginación y proyectan en grande, cosa que antes de las llegadas de las portátiles eran imposible que lo hicieran”
Agostina Soberón y Valentina Mocoroa ratifican los dichos de su señorita y sostienen que desde que tienen las portátiles tienen más ganas de estudiar: “Ahora las clases se han vuelto más entretenidas, porque antes nos teníamos que conformar viendo las laminas en los libros, ahora en cambio entramos a internet y podemos ver hasta videos de lo que estamos estudiando y eso nos da mucho más ganas de saber más”.
A la hora de evaluar las dificultades, Delia Coronel comenta que una de las tareas más complicadas fue poner freno a sus alumnas en el trabajo del aula. Ahora me reclaman que tengamos más horas de clases. . Eso es la muestra más evidente que cuando los alumnos están estimulados y cuentan con recursos como estos quieren trabajar. Las chicas son una esponja que absorben todo”.
Durante las vacaciones de invierno que se prolongaron por la epidemia de gripe A, las tareas en el cuarto grado se siguieron desarrollando, porque la señorita Delia se valió de su blog para darle clases virtuales y cualquier de las dudas que se iban presentando las iba evacuando vía mail.” Pero para que ello funcionara correctamente comprometí a aquellos padres que en sus casas no tenían Internet que al menos dos veces a la semana lleven a sus hijas al cyber para continuar desarrollando sus tareas. Una vez que regresamos a clase, le tome una evaluación sobre lo que aprendieron en esas clases virtuales y el resultado fue altamente satisfactorio”.
Delia ya no dice más a sus alumnos saquen una hoja para hacer un trabajo, sino que le dice enciendan su portátil y contesten las preguntas que están en el blog, que no sólo se volvió un pizarrón virtual, sino también un borrador ideal donde queda el resumen de lo que se hizo en clase y le sirve como un poco de repaso para cuando llegan las evaluaciones trimestrales.
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