Por CARLOS QUIROGA
Fotos. CARLOS VILLAGRA
Fotos. CARLOS VILLAGRA
“Yo siempre tuve ganas de progresar, pero la falta de capital y la imposibilidad de acceder un crédito bancario porque carecía de garantes solventes y casas para hipotecar, tiraban por tierra cualquier emprendimiento que podía iniciar. Pero mis sueños se comenzar a concretar cuando accedí por primera vez a un micro crédito de Pro Mujer. Hoy tengo una sandwichería y estoy contemplando la posibilidad de poner una gomería. Acá lo único que nos pedían, es que tengamos ganas de trabajar y que seamos puntuales en el pago. No sólo mejore mi situación económica, sino que aprendí buenos hábitos”, sostiene Josefina Domínguez, en el centro focal Rigoberta Menchú del barrio San Alfonso, a 50 cuadras del centro salteño.
Josefina es una de las 8,588 mujeres argentinas que salieron de la indigencia gracias a los micro créditos que otorga Pro Mujer, una entidad sin fines de lucro, creada en 1990 en Bolivia con el objeto de ayudar a la mujer latinoamericana a empoderarse y mejorar su calidad de vida y la de sus familias. “El 99 % de nuestras socias, son mujeres, porque está comprobado que las mujeres invierten el 90 por ciento de su ingreso en sus familias, mientras que los hombres solo un 30 o 40 por ciento. Cuando las mujeres progresan y alcanzan el éxito, los beneficios en el hogar se ven de inmediato: la salud y alimentación de la familia mejora, y aumenta el ingreso y los ahorros en el hogar”, explica José Morales, director ejecutivo de la institución.
“El primer paso fue capacitar a las mujeres y a medida que iban avanzados, se veía sus progresos en sus familias e inclusive el hombre, que en muchos casos había tenido sometido a sus mujeres la comenzaba a respetar. Pero muchas veces la falta de recursos económicos frenaba el crecimiento que había conseguido y fue ahí cuando surgió la necesidad de ver como la financiábamos para que ellas también pudieran contribuir al hogar”, afirma Morales. Hoy después de aquel comienzo, Pro Mujer lleva otorgado $6.000.000 en créditos en Salta, Jujuy y Tucumán.
Josefina es una de las 8,588 mujeres argentinas que salieron de la indigencia gracias a los micro créditos que otorga Pro Mujer, una entidad sin fines de lucro, creada en 1990 en Bolivia con el objeto de ayudar a la mujer latinoamericana a empoderarse y mejorar su calidad de vida y la de sus familias. “El 99 % de nuestras socias, son mujeres, porque está comprobado que las mujeres invierten el 90 por ciento de su ingreso en sus familias, mientras que los hombres solo un 30 o 40 por ciento. Cuando las mujeres progresan y alcanzan el éxito, los beneficios en el hogar se ven de inmediato: la salud y alimentación de la familia mejora, y aumenta el ingreso y los ahorros en el hogar”, explica José Morales, director ejecutivo de la institución.
“El primer paso fue capacitar a las mujeres y a medida que iban avanzados, se veía sus progresos en sus familias e inclusive el hombre, que en muchos casos había tenido sometido a sus mujeres la comenzaba a respetar. Pero muchas veces la falta de recursos económicos frenaba el crecimiento que había conseguido y fue ahí cuando surgió la necesidad de ver como la financiábamos para que ellas también pudieran contribuir al hogar”, afirma Morales. Hoy después de aquel comienzo, Pro Mujer lleva otorgado $6.000.000 en créditos en Salta, Jujuy y Tucumán.