domingo, 6 de septiembre de 2015

DE ACUSADO A ABOGADO


El 17 de abril del 2006, Luis Raúl Tula (51) recuperó definitivamente la libertad, luego de haber cumplido los dos tercios de la condena(6 años)  como participe secundario del crimen de María Soledad y en noviembre del 2009 juró como abogado en el foro local, después de haberse graduado en la universidad de La Rioja, aunque los estudios los comenzó en la universidad de Catamarca durante la época que purgaba su condena en el penal Julio Herrera: “Yo nunca me preocupé por estudiar, mi único contacto con las letras tenían que  ver el suplemento deportivo de los diarios. Pero cuando caí preso, me comencé a preocupar por lo que me podía pasar y comencé a leer el código penal y fue ahí cuando emergió la vocación de abogado”.

De impecable traje oscuro, se sorprende cuando GENTE lo descubre saliendo del juzgado laboral y en tono amenazante nos advierte: “Saquen fotos nomás, después van a tener que pagar las consecuencias, porque yo hice una presentación en el juzgado federal para resguardar mi intimidad” y de inmediato se sube a una camioneta ecosport, que denota su buen pasar económico, aunque todavía no pagó los $250.000 de indemnización como resarcimiento a la familia Morales: “Nosotros decidimos donar ese dinero al hospital Niños, pero la institución nunca lo pudo cobrar, porque al momento de la sentencia, ellos se declararon insolventes”, se lamenta Ada. Ya no vive más en la calle Ayacucho con su compañera de entonces, Ruth Salazar. Y según registra el archivo del diario El Ancasti, en los últimos días estuvo abocado a defender a un docente acusado de abusar a un menor.

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