lunes, 18 de enero de 2010

“ACÁ SE PRODUCE UNO DE LOS MEJORES VINOS DEL MUNDO"

Enclavada en el corazón del Valle Calchaquí, al sur de Salta, la bodega Colomé se abre paso entre montañas áridas y caminos pedregosos, como si fuera un oasis en pleno desierto. Sus viñedos hacen del lugar un verdadero Edén, en donde además de disfrutar de un majestuoso paisaje se puede degustar el Colomé Malbec Estate 20006, uno de los mejores vinos del mundo, según el ranking de los Top 100 que elabora anualmente la revista norteamericana Wine Spectator.
Por CARLOS QUIROGA
Fotos: FERNANDO FONT y gentileza Colomé


En 2008, la publicación estadounidense evaluó más de 19.500 vinos de todo el mundo en catas a ciegas. Más de 5.300 de ellos obtuvieron puntajes sobresalientes (90 puntos o más en la escala de 100 puntos). Luego los editores redujeron la lista basándose en cuatro criterios: calidad (representada por el puntaje); valor (reflejado en el precio de lanzamiento); disponibilidad (medida en producción de cajas o importación de cajas); y un factor X con el que denominan la cualidad "emocionante". En base a estas cualidades el vino Colomé Malbec 2006 Estate logró posicionarse en el puesto número 38, consiguiendo la mejor ubicación que obtuvieron los vinos argentinos y fue toda una revelación porque rompió con el mito que en el norte argentino sólo se pueden producir excelentes torrontés.
“La distinción sirve para conseguir un lugar privilegiado en el mercado norteamericano donde gracias a esta calificación ahora vamos a poder demostrar que la región de los Valles Calchaquíes no es sólo apta para el torrontés (vinos blancos), sino que también se pueden hacer excelentes tintos como el Colomé Malbec Estate 2006 que fue galardonado. Hasta ahora el fenómeno de los vinos argentinos en el mundo estaban centralizados en Mendoza, ahora con este premio, Norteamérica y Europa van a comenzar a mirar con más atención a las provincias del norte, como Salta”, se entusiasta el etnólogo francés Thibaut Delmotte, que mira con optimismo la apertura de nuevos mercados, pero deslinda responsabilidades cuando alguno lo quiere señalar como el hacedor del vino premiado.

BIODINAMIA

“Lo más importante en el vino no es la bodega, sino el viñedo y para ello nosotros estamos trabajando con un sistema basado en biodinamia, que es una mezcla de agricultura orgánica con astrología. No solo no se usa nada de químicos, sino que además plantamos, cosechamos, siguiendo el calendario lunar. No cabe duda que es más trabajo, porque hay que ser muy estricto con eso, pero los resultados son muy superiores. Para conseguir está excelencia, pensamos más en la calidad, que en la cantidad. Acá nuestros viñedos tienen un rendimiento muy bajo entre 6 y 7 toneladas de uvas por hectáreas, cuando en otras bodegas lo normal son 25 tonelada “, afirma el etnólogo, que señala orgulloso la granja que han montado para poder llevar adelante el proyecto.
La agricultura biodinámica no logra su objetivo sin la cría de animales. Una de sus premisas básicas es que todos los recursos necesarios, especialmente fertilizantes y forraje, deberían obtenerse, en la medida de lo posible, de las tierras del grupo. “Es por eso que e Colomé la elaboración biodinámica de vino requiere del desarrollo de un cierto grado de agricultura secundaria (cultivo de cereales, vegetales y árboles frutales, como así también de tierra de pasteo) y de animales compatibles con ella. Si bien lo más importante es la producción de fertilizantes para los viñedos y las tierras cultivables, el objetivo también debe ser lograr el mayor autoabastecimiento posible de productos
animales – carne, leche, productos lácteos, huevos y pollos – para el hotel/estancia, los empleados y, en cierta medida, para la población local”, afirma Félix Schweizer, gerente de marketing y relaciones públicas de Colomé.

VINOS DE ALTURA

Pero la característica que convierte a los vinos de Colomé únicos en el mundo es que sus viñedos están estratégicamente ubicados en terrenos que van de los 1700 metros de altura, sobre nivel del mar a los 3.000 metros, “La ventaja de tener los viñedos tan altos es que existe una gran amplitud térmica entre el día y la noche, eso a la uva le gusta mucho en la época de maduración, porque le permite que durante la noche fría los aromas frutados se desarrollan mejor y mantengan también la acidez natural. Otro valor agregado lo dan los rayos ultravioletas que a mayor altura son más fuertes y permiten que la piel de la uva se ponga más espesa, más oscura. Hoy los vinos de altura son bastantes solicitados por los consumidores del primer mundo, porque tienen la ventaja de no requerir un largo proceso de añejamiento y se pueden tomar al poco tiempo de haber sido elaborados y a la vez también se pueden guardar tranquilamente por 10 años”, afirma , Thibaut Delmotte, quien contrariadamente a lo que se cree aconseja no guardar mucho los vinos y tomarlos jóvenes, porque de esa manera se conservan más frescos, más aromáticos”.

HOTEL BUTIQUE


Hoy la bodega Colomé, es la más antigua de la Argentina, fue construida en 1831 por el último gobernador español de Salta Nicolás Severo de Isasmendi y adquirida el 1 de junio de 2001 por Donald Hess, Fundador, Presidente y Gerente general del Grupo suizo Hess, que la modernizó y la jerarquizó hasta posicionarla entre una de las mejores bodegas del mundo. Durante el último año produjeron 700 mil botellas y la ambición máxima es producir un millón de botellas. El 70 % del total de la producción se exporta a Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Suiza y Brasil, México, entre otros países.
Paralelamente la bodega, Donald Hess ha instalado un hotel boutique de 9 habitaciones. Entre los huéspedes famosos que se hospedaron sobresale la visita de Máxima Zorreguieta y su esposo el príncipe, Guillermo de Holanda que pasaron 4 días en el hotel. . Además de degustar vinos, los visitantes pueden disfrutar de sus confortables instalaciones que se combinan con paisajes paradisíacos, donde la naturaleza invita a realizar cabalgatas, caminatas, ir a la pileta, jugar al tenis y andar en bicicleta. Durante el último año se hospedaron 7.000 huéspedes, en su mayoría extranjeros- sostiene la gerente del hotel, Gloria Diez Peña-. No hacemos publicidad, todos llegaron porque alguien se lo recomendó, incluida Máxima. Vinieron otros famosos, pero preferimos no dar nombres, porque una de las características del hotel es la discreción”.
Montar la bodega con la última tecnología, equipar al hotel con todo el confort y estar conectados con el mundo a través de Internet, en un pueblo aislado de la civilización fue una tarea titánica para Donald. Hess, que no dudo en instalar su propia represa hidroeléctrica para abastecer al hotel y a la bodega del agua y la energía necesaria sin tener que estar conectados a los postes de la red eléctrica que contaminan la visión
“La modernización del pueblo, que mantiene su estilo colonial intacto y la nueva tecnología que incorporamos a la bodega fueron celosamente controladas por Donald Hess, que desde que llegó acá, tuvo como prioridad que el progreso no deje sin trabajo a los pobladores y que los primitivos habitantes no se sientan excluidos de esta nueva etapa que comenzamos en el 2001- señala Félix Schweizer, gerente de marketing y relaciones públicas de Colomé-..No fue tarea fácil concientizar a la gente sobre lo que queríamos hacer, pero con paciencia y capacitación hoy hemos conseguidos elaborar uno de los 100 mejores vinos del mundo. El haber llegado ahí no es sólo mérito de un bdegero, sino de todo un pueblo que decidió apostar al progreso e hizo de Colomé, un oasis en medio de un desierto”.

RUTA DEL VINO


Desde hace algunos años la provincia de Salta ofrece como principal arttractivo turístico la denominada Ruta del Vvino, que a lo largo de 300 kilómetros desde la capital salteaña hasta Cafayate ofrece un total de 22 bodegas para viistar, donde se pueden degsutar la más variada gama de vino y conocer en profundidad la historia de esta industria, que fue impulsada por los jesuitas en la época de la conquista. Hoy hay más de 1.800 hectáreas cultivadas entre los departamentos de Cafayate, San Carlos, Angastaco y Molinos, que producen alrededor de 30 millones de litros de vino anualmnte. Un 95% del área cultivada se destina a vinos finos y eso resulta en un imán para el turismo nacional e internacional: “El desarrollo turístico en los últimos años ha servido para que los consumidores conozcan de primera mano como se elaboran nuestros vinos .Esto ha facilitado la venta directa en las bodegas y ha hecho que nuestros vinos se conozcan en lugares inesperados para nosotros. Hay gente de Alemania, que degusto un vino acá y hoy nos pide que se lo enviemos. Ese marketing no tiene precio”, afirma orgulloso, el bodeguero José Nanni.