“La randa es delicada y necesita del cuidado que una mujer le pueda dar, como si se tratara de una mantilla de manila o de encaje chantilly. Jamás podrá ser aplicada a una prenda de uso diario, es más bien exquisita. En España en la feria de la moda Madrid quedaron maravillados con la aplicación de las randas a la alta costura y se mostraron muy interesados en comprar lo que podamos producir”, afirma Contreras.
“Cuando descubrí la randa sentí que la moda había dejado de ser una cosa frívola, para dar lugar a la revalorización al encuentro, al poder fusionar la historia, con la rusticidad, con la alta costura, que es tan fina y delicada. Es la primera ve que encuentro una faceta más humana y cultural a mi trabajo”.
“Lamentablemente no hubo decisión política para avanzar con el proyecto y la aplicación de la randa a la alta costura quedó en la nada. Para que la randa resurja se necesita de una decisión política que incentive a las randeras a seguir tejiendo. La gente enloquece por un producto de estas características, pero realmente no paga lo que vale”, se lamenta el diseñador.
.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Excelente notas sobre la randa. Es importante llevar a la aplicación industrial los productos tradicionales. Conozco ese arte, nunca pude aprenderlo, se necesita de una gran paciencia y creatividad. Feliz de leer las nuevas investigaciones.
ResponderEliminarComo siempre: Excelente trabajo de Carlos Quiroga.
Delia Coronel
Siempre me ha fascinado este tipo de tejido..no podrian mostrar como hacerlo??
ResponderEliminar