
Hacía tres años que Rodolfo no corría, porque se había fracturado la muñeca derecha. Pero eso no fue motivo para aceptar el desafió que le había lanzado su esposa y con paciencia y perseverancia venció todos los obstáculos que se le presentaron en el camino y fue de la largada en el Dakar 2010. Su esfuerzo no fue en vano, al finalizar la prueba, terminó 31 en la clasificación general, siendo
Hoy Rodolfo Bollero no es un nombre más en el mundo Dakar y muchos de los periodistas especializados ya lo señalan con grandes chances de pelar los primeros puestos en la prueba. El motor de su Yahama WR 450 ruge con fuerza y promete no defraudar las expectativas que miles de tucumanos han puesto sobre él. Aunque ratifica que su único objetivo es terminar la carrera: “Tendré que cuidarme mucho en los tramos de Chile. Allí te pedrés y quedas en medio del desierto expuesto a temperaturas extremas”.
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