“Entre las metas que nos fijamos, cuando el grupo Peñaflor se hizo cargo de la bodega, estaba disminuir la cantidad de vino que producíamos, pero aumentar significativamente su calidad para sacar un vino que, por sobre todas las cosas, sea exclusivo de la bodega y así surgió la idea de hacer el vino Altimus. Con una libertad inusual desde la gerencia de la empresa, nos propusieron a los etnólogos y a los ingenieros, que elaboráramos el vino que a nosotros nos gustaría tomar, sin medirnos en gastos. El único límite que nos habían fijado era que solamente podíamos producir cinco mil litros en una bodega que hacía 5 millones de litro de vinos anuales. De hecho, ni lerdos ni perezosos aceptamos el desafío y pusimos lo mejor de nosotros para cumplir, como quien dice, con el sueño de pibe”, afirma Pepa.
“Luego de evaluar cuidadosamente las posibilidades de prueba y error, decidimos que el Altimus iba a ser una mezcla de varietales, compuesto por las mejores variedades de cada año. En el año 2000 fueron dos variedades Malbec y Cabernet, y en el Altimus del 2006, que es el que está actualmente en el mercado, mezclamos cuatro variedades: Malbec, Cabernet Sauvignon, Bonarda y Tannat . Hoy, para la cosecha 2010, tenemos previsto elaborar 20 mil litros de Altimus. Se ve que el vino no fue tan malo- bromea Alejandro Pepa- por lo que nos ampliaron el margen-. La mitad de lo que lo que producimos lo exportamos y el resto queda en la Argentina. Hoy una botella cuesta en el mercado alrededor de $200 y solo se consigue en vinotecas y algunos restaurantes de hoteles cinco estrellas”.
“Luego de evaluar cuidadosamente las posibilidades de prueba y error, decidimos que el Altimus iba a ser una mezcla de varietales, compuesto por las mejores variedades de cada año. En el año 2000 fueron dos variedades Malbec y Cabernet, y en el Altimus del 2006, que es el que está actualmente en el mercado, mezclamos cuatro variedades: Malbec, Cabernet Sauvignon, Bonarda y Tannat . Hoy, para la cosecha 2010, tenemos previsto elaborar 20 mil litros de Altimus. Se ve que el vino no fue tan malo- bromea Alejandro Pepa- por lo que nos ampliaron el margen-. La mitad de lo que lo que producimos lo exportamos y el resto queda en la Argentina. Hoy una botella cuesta en el mercado alrededor de $200 y solo se consigue en vinotecas y algunos restaurantes de hoteles cinco estrellas”.
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