sábado, 17 de enero de 2015

EMBAJADOR DEPORTIVO


Desde que el Dakar se corre en Sudamérica, Qatar dejó de ser  para los argentinos ese reino lejano de los cuentos, porque su príncipe y piloto estrella , Nasser Al Attiyah, se encargó de conquistar con su carisma y solidaridad a los fans de nuestro país, que en muchos casos lo alientan como si fuera un piloto local más: “Me hace muy feliz que mi paso por el Dakar haya servido para que los argentinos sepan dónde queda Qatar ( está en el golfo Pérsico, es rico en petróleo y el tercer reservorio de gas más grande del mundo)”- sostiene su Alteza Real, en un perfecto inglés, que a veces se mezcla con un español  básico, que le permite pronunciar un “Hola que tal, cómo estás”.

 Nasser Al Attiyah, es  primo de Hamad Bin Khalifa Al-Thani, actual emir de  Qatar y en lugar de estudiar algunas  de las carreras tradicionales, prefirió colaborar con su país  haciendo gala de sus cualidades deportivas. Según dicen sus íntimos está más preocupado en ser un embajador deportivo, que ejercer su rol de príncipe. Su participación  en las competencias automovilísticas y en cuatro juegos olímpicos en tiro al plato fue fundamental para conseguir que la FIFA elija a Qatar como sede del mundial de fútbol 2022.  De hecho su pasión por el futbol también fue determinante para que Qatar decidiera auspiciar al Barcelona y fue en esa relación comercial, donde nació su profunda admiración por Lionel Messi a quien no duda en calificar como el mejor jugador de la historia del fútbol Mundial.

 

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