Desde que el Dakar se corre en Sudamérica, Qatar
dejó de ser para los argentinos ese
reino lejano de los cuentos, porque su príncipe y piloto estrella , Nasser Al Attiyah, se encargó de
conquistar con su carisma y solidaridad a los fans de nuestro país, que en
muchos casos lo alientan como si fuera un piloto local más: “Me hace muy feliz
que mi paso por el Dakar haya servido para que los argentinos sepan dónde queda
Qatar ( está en el golfo Pérsico, es rico en petróleo y el tercer reservorio de
gas más grande del mundo)”- sostiene su Alteza Real, en un perfecto inglés, que
a veces se mezcla con un español básico,
que le permite pronunciar un “Hola que tal, cómo estás”.
Nasser Al Attiyah, es primo de
Hamad Bin Khalifa Al-Thani, actual emir de
Qatar y en lugar de estudiar algunas
de las carreras tradicionales, prefirió colaborar con su país haciendo gala de sus cualidades deportivas.
Según dicen sus íntimos está más preocupado en ser un embajador deportivo, que
ejercer su rol de príncipe. Su participación
en las competencias automovilísticas y en cuatro juegos olímpicos en
tiro al plato fue fundamental para conseguir que la FIFA elija a Qatar como
sede del mundial de fútbol 2022. De
hecho su pasión por el futbol también fue determinante para que Qatar decidiera
auspiciar al Barcelona y fue en esa relación comercial, donde nació su profunda
admiración por Lionel Messi a quien no duda en calificar como el mejor jugador
de la historia del fútbol Mundial.
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