lunes, 1 de febrero de 2010

SU AMIGO GABO

Aunque muchos no lo sepan, Tomás Eloy Martínez fue el agente literario oculto de "Cien Años de Soledad". Poco afecto a contar la anécdota, me reveló con gran modestia cuál había sido su rol. Corría el año 1967 y Gabriel García Márquez era un escritor desconocido para el gran público, Lejos de la fortuna que amasaría con los años, por aquel entonces sólo lo perseguían deudas y apenas había logrado juntar los 58 pesos mexicanos para enviar por correo a Buenos Aires el manuscrito de la novela para que la editorial sudamericana lo publicara. Por sugerencia de Francisco Porrúa -director editorial de Sudamericana- Tomás invitó al ignoto escritor a Buenos Aires con la excusa que se desempeñe como jurado de un concurso literario que organizaba la revista Primera Plana. Ese viaje fue providencial para García Márquez, que por entonces hacía malabares para sostenerse económicamente. A los pocos días de su llegada, su novela se transformó en todo un éxito editorial y Tomás que conocía la situación del escritor intercedió ante el presidente de Sudamericana, Antonio López Llausás para que le otorgara un adelanto de 30 mil pesos, que le permitió a Gabo saldar sus deudas. En ese viaje a Buenos Aires, el entonces futuro premio Nóbel de literatura no sólo había ganado lo suficiente para pagar sus deudas, sino que también había ganado un amigo.

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