lunes, 5 de abril de 2010

LA ESQUILA

“Vicuña esquilada, vicuña salvada, porque sin lana no le interesa a ningún cazador- afirma Horacio Ruiz, Subsecretario de Agricultura y Ganadería, que festeja junto a los pobladores y sus colaboradores el éxito de la captura-. Está vez superamos las 200”, arriesga sin temor a equivocarse, mientras a su alrededor decenas de hombres y mujeres miden el largo del vellón. Para que la vicuña sea esquiable el grosor de su lana debe rondar entre los 13 y 15 micras. Los animales que entran al modulo y fueron esquilados el año pasado son inmediatamente liberados, porque de seguro el largo de mecha de su lana no es el adecuado”.
Durante la esquila, las mujeres dejan en claro que son mucho más habilidosas que los hombres a la hora de usar la tijera, la diferencia se nota en los baldes donde se coloca la lana. La tarea que a simple vista parece sencilla, requiere de un gran cuidado para evitar que el animal se estrese, por eso antes de comenzar se le coloca una capucha para tranquilizarla. Toda la actividad es seguida de cerca por un grupo de veterinarios que están prestos a curar cualquier herida que produzcan las tijeras al animal. Finalmente se le coloca una caravana en la oreja con la cual se la identifica para las próximas esquilas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario