domingo, 22 de abril de 2012

Juan Pablo Juárez: UN CANTO A LA VIDA


Descolló en las pistas de atletismo durante la década de los 80, pero la leucemia le puso punto final a su brillante carrera. Lejos de rendirse, decidió darle batalla y no sólo venció a la muerte, sino que en el último campeonato mundial de trasplantados regresó con cuatro medallas de oro.

Por CARLOS QUIROGA
Fotos: CARLOS VILLAGRA 

En marzo de 1988, Juan Pablo Juárez  había llegado a la cumbre de su carrera profesional como atleta. Entre sus logros exhibía orgulloso: Trece campeonatos argentinos  de distintas pruebas (pista, calle, maratón), campeón sudamericano, record argentino en maratón en 21 y 41 kilómetros y su buena performance en las maratones internacionales de Nueva York, Los Ángeles, San Silvestre, Turín y Boston, lo habían convertido ya en una promesa mundial, pero un examen médico de rutina puso fin a esos sueños: tenía leucemia. Pero más allá de lo doloroso que resultó el diagnóstico,  decidió no bajar los brazos: “Era cociente  que comenzaba a batallar contra la muerte, pero lo tomé con normalidad,  porque sabía que al igual que la lesiones que se me fueron presentando a lo largo de mi carrera lo iba a superar. No me desesperé y me dije  cuando sea mi hora, que me llegue con dignidad, así que puse todo de mí para ganarle a la vida esa partida. En ese momento el único camino  era someterme a un trasplante y lo hice. Y aquí me ve, vivito y coleando”, dice sonriente trece años después. No sólo venció a la muerte, sino que además se convirtió en un embajador de la donación de órganos y en el último campeonato mundial para trasplantados  realizado en Suecia en junio pasado, obtuvo cuatro medallas de oro en las  carreras de 400,800, 1.5000 y 5.000 metros. 

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