jueves, 18 de octubre de 2012

LA RESURRECCIÓN



A la tarde, Analía le pidió a su hermana que había venido especialmente de Rosario para cuidarla, que le prestara el celular con cámara  para que tomara la foto de su hija  muerta, quería sumar ese recuerdo, a las ecografías que guardaba celosamente en su casa. Y después que Fabián regresó de ver a los chicos en Fontana, cruzaron en medio de la noche oscura el inmenso patio del hospital  hasta la morgue, donde una empleada los dejó ingresar.
 “Una vez que Fabián le saca la tapa al cajoncito, retrocede unos pasos, porque él no es ver los muertos y me deja a mí sola con mi hija . Es entonces, cuando yo le agarro la mano y después de de quitarle la tela de vegetal me encuentro con sus ojos bien abiertos y un llanto casi afónico. Yo me corrí para atrás porque no entendía lo que pasaba y cuando vi que su diminuto  cuerpo se comenzaba a mover, caí de rodillas para agradecerle a Dios que estaba viva. Y en medio de la risa y el llanto lo único que me lamente no fue haber ido antes”.
-Hoy a seis  meses de quela  dieron por muerta, ¿qué le dirías a los médicos involucrados?-
-Que den la cara y me den una explicación de lo que  paso con Luz Milagro. Pero como saben que hicieron las cosas mal nunca se acercaron. Pero no dudo que deben estar rezando para que Luz Milagro este cada día mejor.
-¿Y lo logró perdonar?
-Yo jamás les tuve rencor, porque si lo tuviera habría reaccionado muy mal. Los que me piden que accione judicialmente contra ellos es la gente, que no quiere que lo que sucedió con Luz Milagro se repita. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario