viernes, 1 de abril de 2011

VIDAS ROBADAS


El jueves 3 de abril del 2008, la ficción y la realidad convergieron en Tucumán. Soledad Silveyra dejó las grabaciones para acompañar a Susana Trimarco, la madre coraje que inspiró su personaje de Roxy en “Vidas Robadas”, en el sexto aniversario de la desaparición de su hija Marita Verón. Y yo tuve el privilegio periodístico de ser testigo exclusivo de un encuentro donde no faltaron las emociones ni las lágrimas y el compromiso de luchar juntas para que el Congreso apruebe una ley que envíe a la cárcel a los proxenetas que prostituyen impunemente a niñas y mujeres en nuestro país. Susana Trimarco- Te agradezco de corazón que en uno de los días más tristes de mi vida me estés acompañando, Solita. Siempre te caracterizaste por tu sensibilidad, acompañaste a las Madres de Plaza de Mayo y hoy estás a mi lado. Gracias, infinitamente gracias. Soledad Sylveira – No son cosas para agradecer, Susana; es mi obligación estar a tu lado. Ambas se confundieron en un fuerte abrazo y comenzaron a transitar juntas “el día más triste”, como define Susana aquel 3 de abril de 2002 cuando su hija María de los Ángeles Verón fue secuestrada a bordo de un Duna Rojo de la remisería Cinco Estrellas por una red de prostitución. “Ese día cuando me robaron mi hija me robaron la vida y desde entonces nada fue absolutamente igual. . . Para mí hace seis años que se acabaron los cumpleaños, las navidades, los casamientos, yo ya no festejo absolutamente nada. Mi único objetivo en la vida hoy apunta a encontrarla”, sostiene con voz firme Susana. -¿Es cierto, Soledad, que antes de comenzar a interpretar a Roxy en Vidas Robadas pediste conocer a Susana Trimarco - Sí, yo pedí eso, porque Susana en Vidas Robadas es nuestra musa inspiradora. Mi personaje está basado en su alma y se identifica plenamente con su perdida y su lucha. Interpretarla significa para mí una enorme responsabilidad porque debo transmitir el sufrimiento que está pasando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario