lunes, 17 de octubre de 2011

HEROES ANONIMOS


Más allá de los personajes famosos que me tocaron entrevistar, esta profesión me regaló la posibilidad de conocer a seres entrañables, que desde su pobreza me enseñaron que a pesar de las dificultades se puede ser honrado. Fue así que conocí a Carlitos Jiménez, un pibe de 10 años, condenado a la pobreza extrema en Chaco. Su papá lo había abandonado y su mamá padecía una enfermedad hereditaria que la tenía postrada a una silla de ruedas. Una tarde calurosa encontró una billetera, con un monto de dinero que le podría haber hecho pasar por un rato sus penurias, pero en lugar de quedársela, decidió devolverla. Su pequeño, pero gran gesto, le valió que lo entrevistara para GENTE. Y que su loable acción encontrará una hada madrina, llamada Mabel Erreguerrena. Lectora de GENTE, Mabel se conmovió con la nota y se comprometió con la historia y durante varios años se encargó que a los Jiménez no le falte un plato de comida en su mesa.
Encontrar soluciones a través de mis notas a problemas acuciantes, hacen que me sienta orgulloso de ser periodista y que a pesar de las obstáculos y las presiones siga apostando por los sueños inalcanzables. Como el día que Barbarita Flores conoció a Las Bandanas. Cómo olvidar su sonrisa cuando en el hotel Alvear se confundió en un emocionado abrazo con sus ídolas, inalcanzables para una niña que no tenía para comer y que con su llanto había conmovido a todo un país.

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