lunes, 17 de octubre de 2011

LOS PODEROSOS DE SIEMPRE


Mi relación con el poder nunca fue la mejor, quizás porque preguntaba lo que ellos no querían responder y en distintas etapas de mi carrera me tuve enfrentar a desplantes vergonzosos y presenciar situaciones particularmente violentas. Todavía tengo presente el día que Antonio Domingo Bussi me invitó para que recorriera la provincia desbastada de Palito Ortega. Cuando subimos al Ford Falcón verde que nos llevaría, el chofer del entonces general arrancó sin percatarse que el Chino Pantoja, el fotógrafo que me acompañaba, no había terminado subir sus pies. Exaltado por el descuido, Bussi ordenó que detuviera la marcha y ya en tierra firme le dio unos cuántos puntapiés por el descuido. Tanto Pantoja como yo no podíamos creer lo que estábamos viendo, así que después de recorrer un par de cuadras decidimos dar por terminado el relevamiento fotográfico.
Quizás con el único poderoso que me lleve bien, fue con el ex presidente Carlos Menem, que siempre encuentra una salida irónica para capear las preguntas difíciles. En una de las tantas entrevistas que me tocó hacerle, cuando su matrimonio con Cecilia Bolocco comenzaba a naufragar, me anime a preguntarle cómo hacía un hombre de su edad para mantener siempre satisfecha a una mujer mucho más joven que él : “Yo soy como un boy scout, estoy siempre listo. Ahí radica la clave”, me dijo sin sonrojarse para salir rápido del paso. Aunque tiempo después me contó su dolor por la infidelidad de la Bolocco, pero otra vez utilizó el sarcasmo: “No hay dos sin tres (en referencia a su número de matrimonios) para poner una cuota de humor al drama que estaba viviendo.

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