miércoles, 19 de noviembre de 2014

El niño que venció al autismo con su arte

Por CARLOS QUIROGA
Fotos: GUSTAVO DÍAZ SPOLITA 


Oren  Jair  Domfrocht tiene apenas once años, pero sus dibujos parecen sacados de una película de Disney. Ningún trazo ni  perspectiva delatan que detrás de este gran artista hay un chico autista. Solo aquellos que lo tratamos personalmente podemos corroborar  su enfermedad, que potenció  a pleno  su capacidad de dibujar, deslumbrando a cientos de tucumanos que concurrieron a la muestra  Luz de Mi Vida, que se expuso en la sala Ezequiel Linares del Ente Cultural hace un par de años atrás.  Pero nada de ello hubiera sido posible sin el  incondicional amor de sus padres y su hermana Iana (10), que con infinita paciencia fueron templando el carácter de este pequeño genio, quien durante años hizo de las paredes de su casa su tablero para dibujar.

Hasta el año y medio, Manuel Domfrocht y Gabriela Bobrow vieron crecer a Oren como un chico normal, pero un día la oscuridad de la noche comenzó a apagar la luz de su vida, cuando el pequeño dejó de prestarles atención  y de comer. Alarmada por la situación, su madre acudió de inmediato a la neuróloga Hilda Bibas Bonet, que no tardó en diagnosticar lo que ellos ya sospechaban: su hijo era autista.

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