Sin mucho pensarlo, acepta de buenas a primeras la entrevista con CIMA, porque según confiesa si ella pudo salir de su ACV, porque otros que pasan por situaciones similares no lo podrían hacer. Aunque reconoce que no le fue fácil volver a la normalidad, porque según cuenta, al igual que un bebe debió aprender todo de nuevo, desde vestirse hasta volver hablar.”Me había olvidado por completo de algunas palabras y muchas veces cuando salía me perdía”. Pero ninguna de esas dificultades logró vencer su fuerza de voluntad inquebrantable y con actitud y la ayuda de los médicos, de sus amigos y la familia, comenzó una larga y dura batalla para volver a ser la Carolina Ponce de León que alguna vez fue: “A mí me desesperaba volver a ser la mujer independiente que siempre fui y entre los objetivos más inmediatos que tenía, estaba volver a manejar y regresar lo más ante posible a trabajar”.
Cansada de
que sus hermanos hagan de chofer, un día decidió tomar el volante por su cuenta
y descubrió que sus reflejos de conductora estaban intactos. Ese primer
adelanto le sirvió como incentivo para volver a vivir sola a su departamento y
comenzar a soñar con regresar al periodismo.
“Tuve que trabajar duro con dos fonoaudiólogas para superar en
parte la afasia aguda que padecía y
luego me tocó convencer a las autoridades de Radio Universidad que yo no estaba
para hacer tareas de escritorio, sino que estaba en condiciones de volver a la
calle. Después de muchas discusiones,
aceptaron que regrese a mi puesto habitual de periodista acreditada en
casa de gobierno. Ese día sentí que volvía a nacer, porque tome conciencia de
todas las dificultades que había superado “
-¿Qué
la hizo vencer los miedos y decir si puedo?
- Cuando estuve internada, hubo un día que cansada
de todos los aparatos, sueros que tenía encima, me desconecte por completo como
pidiendo que Dios me llevara. En ese momento tuve un reencuentro con mi mamá
fallecida, que me ordenó que no baje los brazos y siga adelante, que mi momento
no había llegado aún y que yo tenía todavía muchas cosas por hacer. Me resultó
imposible no acatar su orden, porque si hubo alguien que honró la vida hasta el
final fue mi mamá.
-¿A
qué se refiere Carolina?
-Mi mamá, padeció un cáncer terminal y a pesar de su
enfermedad nunca se rindió y peleó hasta el final con total dignidad porque
siempre nos inculcó que había que honrar la vida. A tal punto que el día de su
velorio, cuando la sacábamos de la sala, como una manera de homenajearla pusimos el tema musical Honrar la vida de Eladia Blázquez
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