miércoles, 1 de julio de 2009

LA HISTORIA DE LA FERIA


Según cuenta la leyenda, la feria se inicio con la llegada de los padres franciscanos a la zona. La misa de los domingos congregaba a todas las localidades vecinas y como los caminos eran bastante malos en esa época (1.600) los fieles llegaban el día anterior y se juntaban bajo las sombras de un pacara a esperar la celebración litúrgica. Mientras tanto aprovechaban para armar fogones y guitarreadas y como consecuencia de ello surgió un intercambio o trueque de productos y fue precisamente ese hecho, el que dio origen a la feria.
Por esa época también, el traslado de San Miguel de Tucumán a su actual emplazamiento, implicó la reestructuración de los caminos, dando origen a una nueva ruta, que siguiendo desde el centro de la llanura hacia el sur, pasaba por Simoca y unía a la antigua ruta que iba desde Ibatín hasta Santiago del Estero. De este modo, Simoca, se transformó en una parada obligatoria, convirtiéndose en Posta Nacional. Hacia el año 1700, Simoca ya era una villa.En el año 1728, la zona se entregó al Capitán Diego de Molina, quién levantó la primera plaza frente al precario templo construidos por los franciscanos. Ya en el siglo XIX, la Posta de Simoca, era un lugar de reunión sabatina, pues la feria se consolidó como una cita impostergable. Asimismo, el tránsito de carretas enriquecía el intercambio de productos.
El ferrocarril que arribó a la zona, llegó a tener tal movimiento de pasajeros con motivo de la Feria, que debió levantarse y trasladarse a la ya existente Parada de Simoca, la Estación de Güemes, entre los años 1876 y 1880.Con el ferrocarril, llegaron también los primeros inmigrantes, los que le dieron una nueva fisonomía a la feria.

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