No hace falta recorrer mucho para palpar la desesperación de los agricultores y los ganaderos, con solo salir de Reconquista y transitar por los caminos vecinos se puede comprobar los desastres que ha hecho la sequía durante el último año. Por la ruta provincial número 11 abundan los caranchos, los animales flacos, los pastos amarillentos y los girasoles quemados por el abrasador sol que castiga sin piedad en medio de un cielo completamente diáfano. “Hoy lo poco que tenemos para vender son animales en mal estado, flacos, desnutridos, faltos de masa corporal, eso se llaman animales conservas que sirven para hacer alimentos enlatados como el cornebif y las hamburguesas. Pero no siempre fue así, acá nos caracterizamos por tener los mejores novillos de exportación, pero ante la falta de agua y de pasto para hacerlos engordar esos novillos terminarán siendo destinados para conservas- afirma desconsolado Omar Stacul, miembro de la sociedad Rural de Reconquista. Ahora lo único que pretendemos es mantenerlos en pie. Un animal adulto que debería pesar 400 kilos hoy está en 310 kilos”
“Para colmo de males la falta de lluvia hizo que el pasto no creciera y lo poco que logró sobrevivir terminó siendo devorado por una plaga de langosta. Muchos productores se vieron obligados a darle la caña de azúcar que habían desechados los ingenios para alimentarlos. Se nos viene el invierno y no tenemos pasto y esto va contribuir para que crezca la sobreoferta de ganado y nos sigan pagando precios míseros, porque hay que desocupar los campos ante la falta de pastura. No falta mucho para que empecemos a importar asado”, afirma Nelvar Raffin. ¿Por qué dice eso?: “Porque cuando vendemos una vaca estamos vendiendo también la fabrica de terneros o sea que nosotros nos estamos comiendo el futuro en materia de ganadería. La faena de hembra para que el ganado se mantenga estable tiene que estar en 40 %, hoy ya estamos en el 50 % y si seguimos así no va a pasar mucho tiempo para que empecemos a importar carne para abastecer el consumo nacional. Ahora nos quejamos de lo que vale la carne, sabe lo que va a costar cuando la tengamos que traer de afuera. Así que aproveche y deguste los últimos asados, que no lo va a comer más”.
“Para colmo de males la falta de lluvia hizo que el pasto no creciera y lo poco que logró sobrevivir terminó siendo devorado por una plaga de langosta. Muchos productores se vieron obligados a darle la caña de azúcar que habían desechados los ingenios para alimentarlos. Se nos viene el invierno y no tenemos pasto y esto va contribuir para que crezca la sobreoferta de ganado y nos sigan pagando precios míseros, porque hay que desocupar los campos ante la falta de pastura. No falta mucho para que empecemos a importar asado”, afirma Nelvar Raffin. ¿Por qué dice eso?: “Porque cuando vendemos una vaca estamos vendiendo también la fabrica de terneros o sea que nosotros nos estamos comiendo el futuro en materia de ganadería. La faena de hembra para que el ganado se mantenga estable tiene que estar en 40 %, hoy ya estamos en el 50 % y si seguimos así no va a pasar mucho tiempo para que empecemos a importar carne para abastecer el consumo nacional. Ahora nos quejamos de lo que vale la carne, sabe lo que va a costar cuando la tengamos que traer de afuera. Así que aproveche y deguste los últimos asados, que no lo va a comer más”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario